La intensidad y pasión que le caracterizan en la música y que le han llevado a dirigir orquestas en diversos países en la mayoría de continentes era igualmente su característica en los estudios de filosofía. En realidad, Igor es ese atrevido intento de la modernidad más reciente de reunir las esferas de la sensibilidad, la racionalidad y la eticidad.
Entre la experiencia de estudiante de filosofía y este encuentro participamos conjuntamente en una reunión entre un grupo de intelectuales, escritores y cineastas que intentamos hacer un balance de la producción que ha tenido el país en el campo del arte, la filosofía y la literatura durante el presente siglo. Igor nos conversaba acerca de la música habiéndose graduado ya de su doctorado en Dirección Orquestal con énfasis en Etnomusicología.
En el encuentro actual, además de comentarme acerca de su actividad de profesor a cargo de los cursos de Dirección de Orquesta, Antropología e Historia de la música en la Universidad de George Mason en Fairfax, Estado de Virginia de los Estados Unidos, así como de sus preocupaciones y escritos musicales desde una perspectiva multidisciplinaria incluyendo la filosofía y la sociología, conversamos sobre la importancia que tiene la música en la formación de la niñez. De hecho, la música, el arte, la literatura, la filosofía y el desarrollo corporal constituyen la esencia para humanizar a los individuos, sin la cual la experiencia educativa es peligrosamente incompleta. Formar exclusivamente para llegar a los parámetros que se exige en el mundo laboral en áreas como las matemáticas y lectura es necesario pero no suficiente si deseamos una educación de calidad y de cara a la configuración de un ser humano capaz de crear y construir una sociedad viable.

me parece un poco mediocre, pero la verda me da igual, buen trabajo
ResponderEliminar